jueves, 2 de octubre de 2014

¡¡ Un hurra por esos profesores y profesoras que buscan avanzar en su profesión!! Ana Basterra.

¡¡Un hurra por esos profesores y profesoras que buscan avanzar en su profesión!!

IRAILA 25, 2014
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El mes  de octubre lo tenemos a la vuelta de la esquina y, desgraciadamente, en algunos centros escolares, no se han enterado de que el curso escolar comenzó a principios de septiembre.

Se pueden apreciar diferentes aspectos que habría que haber tratado a finales del curso pasado o, como muy tarde, desde el 1 de septiembre. Además, tendríamos que tener en cuenta que estos profesores y profesoras han estado una semana completa sin alumnos.

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Entre mi listado de aspectos a mejorar podría destacar los siguientes:

-Falta de perspectiva general del Centro sobre  qué vamos a enseñar , cómo  y para qué. Esto nos conduce al caos y a la falta de previsiones de formación que nos podría hacer ser mejores profesores.  Aquí podríamos aplicar el refrán de “Quien mucho abarca poco aprieta”

-Poca coordinación del profesorado en cada departamento y poca o nula acogida a los nuevos docentes que llegan al centro.

-Búsqueda de nuestro propio bienestar y no el de nuestros aprendices. Esto se puede ver todos los comienzos de curso en los que ponemos todos nuestros anhelos y deseos en conseguir un horario estupendo aunque, en algunas ocasiones, no sea el más adecuado para nuestros aprendices.

-Utilización un día sí y otro también del libro de texto, casi única guía de aprendizaje de nuestros chicos y chicas sin preocuparnos de qué piensan, sienten, de cuáles son sus inquietudes, intereses, ritmos de aprendizaje, necesidades, ganas de aprender …

-Las aulas no cuentan con los recursos que, por otro lado, existen en el centro. A día de hoy, conozco centros que aún no han instalado los ordenadores  del alumnado en los armarios correspondientes para cargar la batería y ser utilizados en el aula.

-Ambiente de la queja continua y de echar balones fuera. La culpa, por supuesto es de la Administración, de los alumnos, y de sus familias. ¿Seguro?

Si  todavía os quedan ganas de seguir leyendo podéis acceder a las entradas  “Docente, ¿hasta cúando vas a permanecer en tu zona de confort? y “No es fácil”

Frente a esta situación en la que se encuentran algunos docentes, tenemos a otros muchos que buscan día a día ser mejores en su trabajo, que aman su profesión y, lo más importante, que miran a cada uno de sus aprendices porque cada uno es único y especial.

En el año 2012 Toni Solano hizo esta entrada en su blog “Repaso de Lengua”. La verdad es que no tiene desperdicio.

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“No sé si podré aguantar la vuelta a clase. No sé si seré capaz de mantenerme firme en esos primeros días en los que cientos de miradas convergen en ti para calibrar tu fortaleza, tu carácter, tu miedo, tu compasión. No sé si podré soportar el cálido reencuentro con alumnos de cursos anteriores y sus cruces de miradas cómplices. No podré sobreponerme a la emoción de ver a cientos de niños y niñas convertidos en pequeños adultos en virtud de apenas tres centímetros de crecimiento veraniego. No creo que resista la ilusión de ponerle por fin cara a un público para el que llevo meses imaginando actividades y proyectos. No me sostendrán las piernas cuando se calme el barullo y mi voz empiece a desgranar ese inventario de pequeños deseos que espero de ellos. No podré afrontar sus voces titubeantes preguntando por el tamaño de la libreta o por los sitios en los que se pueden sentar. No me veo en condiciones de medirme con esos gallitos que tratan de captar desde el primer día la atención de las mozas con sus gestos de matón. No podré mantener la mirada cuando los adultos se compadezcan de mí mientras envidian en secreto un trabajo que te mantiene siempre rodeado de mentes jóvenes.

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Creo que este curso no podré aguantar las muchas alegrías que conlleva ser docente, todo ese cúmulo de experiencias profesionales por las que tanto he luchado y todos esos detalles que solo conocen quienes viven el vértigo de las aulas. No podré hacerlo porque mi trabajo nunca fue aguantar, resistir, soportar, afrontar… no. Mi trabajo siempre ha sido enseñar, aprender y vivir. Aquellos verbos tan bélicos y otros más feos quedan reservados para los políticos y para sus incompetentes brazos ejecutores, a quienes, entre tanto despilfarro, al menos les está vedado el lujo de sentir clavada en ellos la mirada agradecida de un niño”

 Y como cierre de esta entrada, os dejo este vídeo para que lo veáis y escuchéis despacio, con ganas, y disfrutando de cada momento.

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